“Si quieres que tus hijos tengan la mejor madre,
el mejor padre y la mejor vida tendrás que empezar a
RECONOCERTE y a darte la libertad de ser TÚ.
A aceptarte a cada instante.
No escondas tus emociones.
No huyas de ti.
Siéntelas.
Exprésalas.
Acéptalas.
Sentir es estar vivo.
Tus hijos necesitan padres auténticos
para brotar, abrirse y mostrar toda su belleza.
No necesitan una madre fuerte, que se haga la fuerte.
Necesitan una madre humana que sea como sea.
No necesitan una madre débil, que esconda su debilidad.
Necesitan una madre vulnerable que se rompa como todos.
No necesitan un superpadre blindado para no sentir.
Necesitan un padre tierno y humano.
No necesitan un padre terco y cerrado.
Necesitan un padre abierto y comprensivo.
Necesitan que les reconozcas.
Que les escuches.
Necesitan AMOR y comprensión.
Sólo así conectarán con su auténtico poder.
Y tú eres ese AMOR.
Eres su Universo.
Eres su motor para despegar.
Eres la luz que iluminará su camino.
Te necesitan para desplegar todo su potencial.
Pero no lo conseguirán si tú no conectas con el tuyo.
Conectar contigo es conectar con la VIDA y el AMOR.
Conectar contigo es sentirte y aceptarte, sientas lo que sientas.
Cuando lo hagas, por vibración, conectarás con ellos.
Ellos te eligieron a ti para  iniciar esta experiencia.
No podrás enseñarles a volar
si tú no despliegas previamente tus alas.
No podrás ayudarles si no te ayudas a ti.
No es la escuela.
No son los profesores.
No son los planes de estudio.
No es el ministerio de educación.
No son los de ahí afuera los que darán un buen futuro a tus hijos.
No.
Eres tú.
Como SER.
Como humano.
Como energía.
Como padre, eres el que le vas a dar su mejor futuro con tu mejor instante presente.
No es lo que les das ni lo que les dices.
Es desde donde y cómo se lo das y se lo dices.
Todo lo que no aceptas en ti, se lo proyectas a ellos.
Si eres miedo, les amarás desde el miedo coartando su libertad.
Si eres rabia , les amarás desde la rabia privándoles de la ternura y el amor.
Si eres tristeza, les amarás desde la tristeza, proyectándoles tu abatimiento.
Te eligieron a ti para entrar en este planeta.
Tú eres su mejor futuro.
Sus desplantes sólo son resultado de la falta de atención.
No es casual que despierten lo mejor y lo peor de ti.
Nada es casual en esta vida.
Es para crecer.
Es para evolucionar.
Tú con ellos.
Ellos contigo.
Esta es la maestría de la vida.
Si quieres un hijo GRANDE, sé tú GRANDE.
El talento, el liderazgo y el mejor futuro
vienen desde lo más profundo de tu SER.
La mejor vida no se busca ahí afuera.
Brota desde lo más profundo de tu alma.
Ahí siempre está la mejor respuesta.
En el silencio.
La vida va de conexión y vibración.
No va de saturarte de información.
La vida no va de llenarse.
Va de vaciarse.
La vida es como la música.
Sin pausas ni silencios, no hay melodía.
Más vale SER y acertar sin desgastarse, que hacer,
hacer, hacer y repetir constantemente hasta romperse.
Ten el valor de ahondar en tu dolor, sentirlo, limpiarlo,
aceptarlo y emerger como el ave fénix inundando tu SER de amor y de energía.
Cuando lo hagas no habrá separación posible.
Serás pura atracción.
Tus hijos se acercarán a ti sin dudarlo desde el amor que eres.
Tu trabajo personal de hoy es la grandeza de tus hijos en el mañana.
Si quieres recibir AMOR sé AMOR en toda su expansión.
Nunca falla.
El AMOR es aquello que no logramos comprender,
que va mucho más allá del tiempo y del espacio, pero inunda toda la existencia.
Reconócete.
Eres AMOR.
Eres lo más grande que le puedes dar a tu hijo.
Ellos no quieren nada más.
Siempre te buscan a ti.
Para amar no hace falta hablar.
No hace falta comprar.
No hace falta forzar.
No hace falta discutir.
No hace falta sobreproteger.
Hace falta SER.
Y cuando lo logres, tú y tus hijos brillaréis como estrellas en el universo”.

Crea un Feliz, armonioso  y
maravilloso Día y año del Padre

Feliz Día del Padre